Desde los comienzos del Instituto Bethlemita, los fundadores Santo Hermano Pedro de Betancur y la Madre Encarnación Rosal, cada uno en su época, respondieron a necesidades urgentes del momento histórico. Ellos delinearon la tarea educativa del Instituto mediante actitudes personales y formas de servicio inspiradas en su carisma respectivo.
Nuestra acción educativa, por tanto, es la lógica consecuencia del hecho de que nosotras vivimos y actuamos en virtud de ese carisma y de que en nuestros colegios debemos prestar el servicio que Dios y la Iglesia quieren que prestemos.
El colegio Nuestra Señora de Bethlem – Hermanas Bethlemitas fue fundado el 18 de septiembre de 1972 en la ciudad de Popayán y concibe la educación como una tarea pastoral evangelizadora, humanizante y personalizante. La educación humaniza y personaliza al hombre cuando logra que éste desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad haciéndolo fructificar en hábitos de comprensión y de comunión con la totalidad del orden real por los cuales el mismo hombre humaniza su mundo, promueve cultura, transforma la sociedad y construye la historia.
Entendemos que la educación es un proceso integral y permanente que cubre toda la vida del hombre, desde que nace hasta que muere, de tal manera que siempre vive en posibilidad de perfeccionamiento.
Nuestro modelo pedagógico se basa en la enseñanza para la comprensión, el trabajo colaborativo y en los valores humano cristianos.
Tomado del modelo pedagógico
La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
APRENDER A CONOCER
Combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone, además, aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
APRENDER A HACER
A fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, más generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
APRENDER A VIVIR JUNTOS
Desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia –realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos – respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
APRENDER A SER
Para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar…
Nuestro modelo se basa en los cuatro pilares y ofrece a la región una educación de calidad a bajos costos y con óptimos resultados en las pruebas saber.