Tecnología: ¿una adicción contemporánea?

Juan Camilo Serna @juancaser12
Juan Tenorio @Juan_Tenorio_

La llegada de la tecnología trajo invenciones de aparatos que ayudan a mejorar la vida del ser humano de diversas maneras; acceso a la información, mejoramiento en la calidad de la educación y de vida, son algunas de estas. También ha puesto a prueba la creatividad y el ingenio del hombre ante esta transformación.

Sin embargo, poco se habla de qué tan perjudicial puede llegar a ser para el desarrollo de las nuevas generaciones y de las que ya se ven inmersas en dichos desarrollos.

“Cada día estamos expuestos a un cúmulo de información que puede desorientarnos y que nos hace más frágiles ante los cambios, para los que debemos prepararnos; y esta preparación no sólo es cuestión de dominar la técnica, sino de saber cómo adaptarla a un sistema de creencias y valores particulares”, analizó la psicóloga Marlen Ortiz.

La inmediatez, el debilitamiento de ciertas capacidades, la dependencia y ciertos trastornos socio-psicológicos, son consecuencias negativas que produce la ‘útil’ tecnología, pues no es un secreto el impacto del uso desmedido de estas herramientas de la nueva era.

“El mismo ser humano es un elemento tecnológico, que funciona a nivel biológico u orgánico, es decir, si una calculadora tiene la capacidad de hacer un cálculo matemático, esta capacidad también la tiene el cerebro, ambos pueden resolver ejercicios matemáticos, simples o complejos; no obstante, lo que ha hecho la tecnología es mecanizar y estandarizar esa serie de procedimientos”, afirmó la socióloga Diana Patricia Quinayá.

La ‘pereza mental’, la pérdida de habilidades que optimizan el aprendizaje e inclusive, los complejos y las inseguridades que se generan, debido principalmente a las redes sociales, son algunos de los efectos negativos.

“El cambio que han tenido las facultades humanas es un deterioro en la calidad y la capacidad de pensamiento, causado por el desmedido uso de las nuevas tecnologías, que genera una pérdida en la capacidad de concentración, una inhabilidad para seguir un mismo hilo de pensamiento”, agregó la psicóloga Ortiz.

Distancia tecnológica, un problema generacional
Es evidente la trasformación de la humanidad, en habilidades y conocimientos, con la llegada de los avances tecnológicos; un ejemplo es la diferencia que existe entre adultos mayores y jóvenes.

Marina Chavarro tiene 89 años y a lo largo de su vida ha tenido una fascinación por adquirir destrezas en lo que la apasiona, como la pintura, la música, la sastrería, la cocina, la cerámica, la lectura e incluso la política.

“Siendo una mujer, en el siglo XX parecía ser muy poco en lo que podía desarrollarme; en mí siempre estuvo tener la mente ocupada y ser no sólo buena en algo, sino siempre seguir aprendiendo y mejorando. La lectura y la política siempre fueron inculcadas por mi madre; desde muy pequeña, para retroalimentar nuestra comprensión lectora, nos ponía a leer diariamente la prensa, a mis hermanos y a mí. La sastrería y la cocina siempre han estado en mí, pues me casé a los 19 años y mientras mi esposo trabajaba, yo me dedicaba a la casa. Con el tiempo aprendí nuevas técnicas y recetas”, relató.

“La cerámica, la pintura y la música llegaron posterior a la muerte de mi esposo, pues como confrontación al duelo, quise mantenerme más ocupada y provechosa del tiempo”. En su vida, no están incluidos los avances tecnológicos.

A diferencia de Santiago Herrera, quien tiene 18 años y demuestra intereses y actitudes diferentes. “Mi mayor y única pasión es la fotografía, aunque no la practique mucho, todo el tema me gusta, es mi gran interés. Y hablando de mis pasatiempos, estos son básicamente ver series en Netflix, estar en Instagram y salir con mis amigos”.

En un artículo sobre el uso inadecuado de estas tecnologías, la ‘Revista Médica Electrónica Portales Médicos’ sintetiza que las redes sociales son un fenómeno poderoso de comunicación que la Internet facilita; pero, su mal uso puede crear adicción, porque “algunas personas llegan a estar obsesionadas con las redes sociales, se muestran incapaces de controlar su uso y pueden poner en peligro su estudio, trabajo y sus relaciones. El uso y abuso de las redes sociales están relacionados con variables psicosociales, tales como la vulnerabilidad psicológica, los factores estresantes y el apoyo familiar y social”[1].

Sin duda, la llegada de la tecnología ha facilitado la vida en gran medida: sin embargo, son muchos quienes no han sabido darle un uso apropiado a la misma y hoy padecen los efectos de esta nueva adicción.

1. Hoy, los jóvenes interactúan más a través de Internet, que en persona.

2. Los dispositivos electrónicos se han convertido en herramientas fundamentales de comunicación, pero también en vehículos de adicciones.

3. Con toda la información a un clic, se ha perdido el interés por búsquedas físicas, por ejemplo, en bibliotecas.

4. Los adultos mayores, al no verse tan inmersos en la tecnología, aún conservan muchas costumbres y hábitos.


[1] Redes sociales y su influencia en los/las adolescentes vs adicción y temporalidad
https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/redes-sociales-adolescentes-adiccion/


Consecuencias de las facilidades que trajo consigo la tecnología:
• ‘Pereza mental’
• Inmediatez
• Globalización
• Pérdida de costumbres y procedimientos que optimizan el pensamiento y el aprendizaje
• Dependencia
• Trastornos y complejos socio-psicológicos

* Texto publicado en alianza con la Universidad Santiago de Cali

Maria Cano