El colegio campestre San Juan de la Loma asume el reto de educar para la incertidumbre

Vivimos una época caracterizada por la incertidumbre; no podemos saber con certeza que puede ocurrir ni cómo vamos a aplicar exactamente lo que aprendemos; un periodo donde la información está a dos clics de distancia y donde no importa tanto el contar con un reservorio de conocimientos, como sí; el deseo y la capacidad para investigar constantemente, el interactuar con personas de diferentes culturas y la facultad de coordinar esfuerzos.

En San Juan de la Loma diseñamos un proyecto educativo que pretende estimular las aptitudes y competencias que permitan adaptarse a los cambios, asumiendo la incertidumbre con responsabilidad y como una oportunidad para desarrollar habilidades nuevas, para recrear, para anticipar, para unir talentos y voluntades en un trabajo cooperativo y un compromiso permanente.

Consideramos la formación en valores como eje rector del marco que delimita los cambios necesarios para aptarnos como sociedad ante las demandas intelectuales, praxeológicas y competitivas del mundo moderno; remarcamos la valía del los recursos emocionales y morales pues son estos mismos los determinaran, la constancia, altruismo y la asertividad en la toma de decisiones en pro del bienestar.

En un mundo donde las reglas tradicionales se desdibujan, donde la competencia laboral no tiene fronteras geográficas debemos focalizar y desarrollar la esencia del ser humano: la creatividad, el interés por el conocimiento, el pensamiento crítico y científico, la autonomía, el respeto, y la disciplina, entendiendo que estas son las llaves que abren las puertas a la generación de habilidades y actitudes necesarias para ofrecer soluciones e innovaciones.

Es un gran desafío, pues la virtualidad ha transformado lo que ocurre en el aula de clases, como también nuestra relación con el conocimiento; estamos llamados a la integración pedagógica de las tecnologías y en ese orden de ideas las acciones se centran en la orientación para el uso responsable de las herramientas, la habilidad para seleccionar información fidedigna, el fortalecimiento de las destrezas comunicativas a través de medios audiovisuales y simulaciones, el conocimiento de las metodologías de investigación y la implementación de plataformas digitales sin perder la intimidad relacional y afectiva con nuestros jóvenes.

Maria Cano