El juego sin estereotipos de género, herramienta fundamental para el desarrollo de la niñez

Andrea Salazar
Directora Primero lo Primero

Organizaciones como la Corporación Juego y Niñez hizo en 2016 un estudio en 12 municipios del país para conocer cuánto tiempo dedicaban padres de familia y niños y niñas a jugar, encontrando que solo el 21% de los consultados jugaban 2 horas a la semana en familia, es decir, que en el hogar el tiempo para el juego está limitado, principalmente, por las ocupaciones de los adultos, los deberes domésticos, o incluso, la conexión a redes sociales.

Así lo dio a conocer Andrea Salazar, directora de la alianza Primero lo Primero, en el marco de la campaña ‘#ColorinColorado, este cuento ha cambiado’, quien explicó que el juego es importante porque está contemplado como un derecho en la convención de derechos del niño y en cualquier desarrollo legislativo que tenga que ver con la niñez y la infancia, y que pese a esto, aún es una de las temáticas menos consideradas para el crecimiento, el desarrollo y la libre expresión.

“Más grave aún es que solo el 6% de las gobernaciones en el país contemplan de manera explícita estrategias, indicadores y metas respecto al juego. Particularmente el 16% de las Alcaldías reconocen el juego como un derecho y lo incluyen claramente en sus iniciativas”, indicó Salazar, alertando que lo que reflejan las cifras es un problema sistémico, “por un lado porque la política pública todavía no aborda estrategias concretas y contundentes. Y por otro lado, porque desde las familias, las relaciones comunitarias y los adultos no estamos priorizando la importancia que tiene el juego en el desarrollo de la primera infancia y de la niñez”.



Adicionalmente, un informe de la Organización Mundial de la Salud señaló que los niños, niñas y adolescentes entre los 5 y los 17 años deben invertir como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada o vigorosa, sin embargo, las cifras que tenemos en el país, según la tercera Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (Ensin) 2015, demostró que solo el 30% de los niños y niñas entre los 3 y los 5 años practican alguna actividad que genera sudoración y aumento en la respiración, es decir, juego activo.

Campaña

La campaña ‘#ColorínColorado, este cuento ha cambiado’ es una iniciativa que tiene como objetivo apoyar experiencias de juegos libres de prejuicios de género y así permitir que niños y niñas del país desarrollen una amplia gama de habilidades para aprender, prosperar y no restringir su potencial por construcciones sociales limitantes.

“Esta es una campaña que promovemos en alianza con Movilizatorio, la organización Purpose, la Fundación Lego y nosotros Primero lo Primero, con lo que queremos, además de visibilizar esta iniciativa, cambiar un poco la ideología que por años hemos construido en la sociedad en donde hemos visto el juego desde la perspectiva del ocio y no hemos entendido la importancia que tiene en el aprendizaje y en el desarrollo de los niños y niñas”, destacó la Directora.

A esta iniciativa se han vinculado personalidades caleñas reconocidas como El Mindo, Alejandra y Andrea Salamanca, Carolina Cruz, Carolina Soto, El Negro Jurado y Carolina España, entre otros, quienes a través sus redes sociales estarán visibilizando la campaña e invitando a seguidores a sumarse a este movimiento que pretende que todos los niños y niñas puedan disfrutar de un

juego libre de estereotipos de género y que tanto adultos, cuidadores y educadores como familiares se involucren y hagan parte de este proceso de cambio.

Aprender a través del juego

De acuerdo con la Directora de Primero lo Primero, para aprender por medio del juego lo primero y más importante es entender que el juego es aprendizaje, y en esa medida hay cuatro principios básicos que pueden ayudar a cuidadores y docentes a convertir estas actividades en experiencias enriquecedoras:

1. Acompañar a los niños en el juego para que ellos puedan desarrollar su propio proceso exploratorio y su libre desarrollo de la personalidad.

2. Incentivar los juegos libres de estereotipos de géneros y promover juegos en donde no tenemos roles.

3. Generar espacios de reflexión sobre la importancia de la equidad en el juego, de tal manera que las niñas y niños puedan reconocer y valorar que lo femenino y lo masculino son equivalentes y que ninguno predomina sobre el otro.

4. Y finalmente, aceptar las emociones tanto de niñas y niños sin que estas sean condicionadas por su género. Hay que relacionarse mejor con las emociones y entender que ese proceso está permitiendo que los niños y niñas se desarrollen emocional, social y físicamente desde todas sus perspectivas sin estar transversalizados por un estereotipo, sino por el juego.

“Invitamos a todas las instituciones educativas, docentes, padres de familia y todos los que puedan, a jugar sin estereotipos de género y también a visitar nuestra página aprendamosjugando.org en donde tenemos un kit para aprender jugando en familia, el cual tiene elementos para aprender a manejar emociones a través del juego, de exploración, de generar creatividad y de hacer creaciones con movimiento en casa, incluyendo, material reciclado que todos podemos encontrar muy fácil en la casa.

Instituto Malla