1. Tan pronto notes la ausencia de tu mascota, inicia la búsqueda, no te confíes en que está cerca o regresará por su propia cuenta, pues los minutos que esperes para salir en su búsqueda pueden ser suficientes para que se aleje más de casa y se extravíe.
2. Analiza los posibles recorridos que pudo haber hecho tu perro o tu gato y pídele ayuda a tu familia o amigos para recorran esas rutas en simultánea (esto es que cada persona vaya por una calle diferente) para así ganar tiempo.
3. Si tu perro es pequeño o la mascota que se extravió es un gato, busca muy bien dentro de tu casa, a veces, explorando, se quedan dormidos en espacios poco usuales, como cajones, tras un armario, tras la nevera, bajo una cama o incluso dentro del vehículo, al que han subido sin que te des cuenta. Los gatos, por ejemplo, a veces duermen sobre las llantas o el motor de los carros.
4. Acude de inmediato a tus vecinos (a veces las mascotas ingresan a otras casas sin que nadie se percate), a los vigilantes de calle y a la Policía, y suminístrales una fotografía de tu perro o tu gato perdido y tus datos de contacto.
5. Si pasan las horas y tu mascota no aparece, elabora carteles con su foto, su nombre y tus datos de contacto, ofrece una recompensa (sin publicar el valor) y pégalos en postes y carteleras, y déjalos también en mostradores de tiendas, droguerías y establecimientos comerciales de tu zona.
7. Si pasan más de 24 horas y tu mascota no aparece, contacta centros veterinarios de al menos un kilómetro a la redonda, pues si tu perro o tu gato fue víctima de un accidente, es posible que haya sido llevado a uno de estos sitios.
8. También puedes contactar refugios animales, pues muchas personas, cuando ven a un animal extraviado, lo reportan a estos sitios. Además, las personas que auxilian mascotas tienen contactos que pueden ayudar en su búsqueda, ellos funcionan como una red.
Y el consejo más importante es: ¡Nunca dejes de buscar a tu amigo, porque él te necesita!