Los retos que enfrentan los docentes en Colombia

Así como el desempeño laborar puede dejar cosas gratificantes que terminan siendo un aliciente para todo lo que trae el día a día, también hay situaciones menos gratas o difíciles que definen el carácter y propósitos de un individuo.

En el marco de la estrategia ‘Día de Licenciaturas’, consultamos con cuatro profesionales en educación cuáles son los elementos que consideran negativos en el ejercicio de su trabajo como docentes, situaciones que el algún momento los hubiera hecho pensar en otra carrera.

Margarita Rosa Arias, licenciada en Bioquímica de la Universidad Santiago de Cali, manifestó que la labor de docente es de mucha entrega de mucha tolerancia y de mucha paciencia, “en el caso de mi licenciatura, los adolescentes de grados 10 y 11 son muy reacios a las ciencias (física, química, matemáticas), porque muchas veces se les ha vendido los contenidos como castigos, entonces en el caso mío tengo que entrar a conquistar a estos jóvenes clase a clase o encuentro a encuentro, planteando estrategias metodológicas en las cuales se vean atraídos a curiosear, de esa manera ellos se dan cuenta que esto no es difícil, que solamente hay que colocar un poco de ganas, de deseos y que todo va a fluir”, contó la maestra.

Según la licenciada Arias, durante todo su tiempo profesional ha tenido que desarrollar y convertirse estratega, porque cuando el plan A no le funciona, tiene que buscar los planes B y C y los que sean necesarios para desechar el ‘no se puede’, entrando a conquistar al estudiante y demostrarle que ‘sí puede’, con entrega, como si se tratara de su propio hijo.

María Constanza Cano, licenciada en Educación Preescolar de la Universidad San Buenaventura, expresó que “si bien es cierto, el ejercicio propio de su labor docente tiene muchos retos propios del acto de enseñar, lo más duro a veces de ser maestro en este país es el poco reconocimiento y la poca valoración que se le da a la docencia, incluso, en los contextos familiares cuestionan el hecho de estudiar licenciatura en preescolar, pareciera como que el maestro es un profesional fracasado de otra área, cuando en otros países por el contrario el maestro es el que tiene los mayores niveles académicos”.

Aunque para Cano la situación ha ido cambiando, cree que en el imaginario de muchas personas está todavía la idea de que el que estudia para docente es porque no le alcanzó para estudiar otra cosa más. “Yo recuerdo que cuando estudié mi carrera de preescolar, nosotros estudiábamos en una facultad en donde se compartía el edificio con los de Arquitectura y siempre íbamos con nuestros proyectos artísticos y eso ellos lo subvaloraban, entonces creo que eso es lo más duro a veces, entrar a luchar con eso, en sentido figurado, pero es gratificante cuando te encuentras a maestros muy exitosos profesional y laboralmente”, dijo la docente.

Respeto y apoyo

En el caso de Pablo César Lozano, licenciado en Lenguas Modernas con énfasis en Educación Bilingüe de la Universidad Santiago de Cali, él se enfocó más por el lado de los valores durante la formación y recordó el respeto que había hacia el profesor en términos generales, “esa parte ética ha salido poco a poco de las instituciones, de hecho, en la universidad yo vi espíritu empresarial, construcción del pensamiento, cosas que a mí me gustaron y que a otros compañeros no, sin embargo, creo que me aportaba como ser humano. He escuchado versiones, sobretodo en secundaria, que estudiantes a veces irrespetan al profesor, entonces eso me parece que no es tan grato de la profesión”, afirmó el maestro.

Lozano también se refirió al hecho de que materias como ética, valores, urbanidad, que en algún momento eran tan marcadas en la escuela y en el colegio, incluso en la universidad, hayan sido reemplazadas por otras asignaturas más industriales.

Wilson Tello García, licenciado en Educación Física y Salud de la Universidad del Valle, explicó las dificultades de su quehacer desde dos panoramas: uno, bajo su experiencia como entrenador de gimnasia artística de alto rendimiento y el segundo como docente. En el primero, dijo, por ser un deporte demasiado exigente en el que se necesita desarrollar aprendizajes y múltiples áreas del ser humano, como la parte técnica, física, emocional y psíquica.

“A veces se encuentra uno en situaciones un poco tristes, a veces desobligantes, donde se han hecho muy bien las cosas, se ha trabajado muy duro con el deportista y en el momento de la competencia por una pequeña falla, se va todo al traste y eso es muy triste, tanto para el deportista y el grupo social que está detrás, como para el entrenador”, narró Tello García, quien agregó que lo importante es sobreponerse y que les sirva como enseñanza para lo que viene”.

Ya como docente, indicó el licenciado, una de las situaciones que encuentran a veces es la incomprensión, especialmente de los padres cuando se necesita una labor en equipo para ayudar a un niño que tiene dificultades, “nos encontramos con padres de familia que no apoyan, entonces para uno como docentes esa parte es dolorosa, porque el éxito de nosotros lo basamos en que el 100% de los estudiantes alcancen los propósitos”, puntualizó el docente.

Los Docentes coinciden en que a pesar de todas esas dificultades siempre es muy grato ver los resultados finales del proceso.