Texto: Agencia Unimedios+
Foto: Brandon Pinto – Unimedios.
Este psicólogo de 35 años es uno de los estudiantes de primer semestre de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), a la cual fue admitido el pasado 22 de febrero.
La principal expectativa de Samuel Ferney Valencia Monsalve –psicólogo de la Universidad Manuela Beltrán– cuando termine la Maestría es vincularse a alguna entidad o institución que trabaje con la población en situación de discapacidad en Colombia. Su objetivo es apoyar aspectos administrativos, aunque no descarta la posibilidad de continuar una carrera como investigador o docente.
Al vivir en primera persona las dificultades administrativas para acceder a los servicios de guías-intérpretes, Samuel Ferney quiere centrar su trabajo de maestría en el diseño de prestación de servicios de dichos profesionales en el país, trabajo sobre el que ya está recibiendo asesoría.
Al respecto, afirma que “los guías-intérpretes son un puente de comunicación entre la persona sordociega y sus interlocutores, ya que a través de ellos acceden a cierto nivel de autonomía en su cotidianidad”.
Su preocupación atañe a una población cercana a las 57.000 personas, el 40 % de estratos 1 y 2 y la mayoría con baja vinculación laboral, lo cual no permite su pleno desarrollo, según datos del Instituto Nacional para Sordos (Insor).
“Si las personas sordociegas y sus familias desconocen los aspectos técnicos y administrativos de este servicio siempre será difícil que su prestación sea de calidad, idónea y oportuna”, afirma el estudiante, y destaca que desde el primer momento en el que se puso en contacto con la UNAL para conocer cómo sería el proceso de admisión de un estudiante en su condición, el acompañamiento ha sido óptimo.
Ruta de acompañamiento
Por su parte la profesora Leyla Sanabria Camacho, coordinadora del Observatorio de Inclusión para Personas con Discapacidad de la UNAL –creado en 2012 mediante el acuerdo 036–, señala que en 2019 se puso en marcha una ruta de acompañamiento general para personas con discapacidad.
Explica que con esta se ha buscado organizar ciertos procesos y servicios de la Universidad en un proceso que inicia con la admisión, cuando la persona se identifica como aspirante en situación de discapacidad, continua con su etapa de estudiante y permanencia, y cuando es egresado.
“La ruta, que define el paso a paso de un proceso de acompañamiento, se activó cuando la Maestría en Administración se puso en contacto con nosotros y nos informó que había una persona sordociega interesada en inscribirse a ella, y necesitaba asesoría”, relata.
Cuenta además que a esa primera reunión asisten representantes tanto de la Maestría como de Bienestar Universitario, la Dirección Académica y el Observatorio, y se define la respuesta institucional ante dicha solicitud.
“Después nos reunimos con Samuel para conocer su experiencia educativa y los apoyos que requería para facilitarle el proceso de inclusión, como por ejemplo que los profesores supieran que iban a tener un estudiante sordociego para que pudieran adaptar y diseñar sus clases y su material a esa situación; distribuimos tareas y responsabilidades entre las diferentes instancias, y por último le explicamos en qué consiste la ruta y cuáles las opciones que esta le ofrece”, detalla la profesora Sanabria.
Así, desde el primer día de clase Samuel cuenta con dos guías-intérpretes; hay un equipo de expertos acompañando a los profesores en la elaboración de materiales académicos accesibles, y también, como todos estudiantes de la Universidad, podrá acceder al servicio de monitores y tutorías que ofrece Bienestar Universitario.
La UNAL cuenta hoy con 137 estudiantes en situación de discapacidad en todas sus Sedes, así: 86 en Bogotá, 27 en Manizales; 18 en Medellín, 5 en Palmira y 1 en La Paz.
Samuel es la primera persona sordociega en acceder a un posgrado en la UNAL y en el país, y espera que su ejemplo sirva para animar a otros jóvenes a continuar por la senda de la educación superior.