Las nuevas tendencias educativas en el mundo reflejan una evolución en los modelos educativos. El enfoque pedagógico se aleja de la simple transmisión de información, para promover habilidades para la vida como el pensamiento crítico y creativo, la colaboración, organización y reflexión volviendo más integral la educación al reconocer y atender las necesidades diversas de los estudiantes, dándole relevancia a la educación emocional y al bienestar mental.
El fortalecimiento del aprendizaje en la primera infancia, a través del desarrollo de habilidades esenciales para el crecimiento integral de los niños y las niñas, es uno de los pilares de Cañaverales International School, en donde los niños como sujetos capaces de ser agentes de sus procesos de crecimiento y aprendizaje.
Eliana Ospina, Directora de la sección de Preescolar de la institución añade que, “en preescolar por ejemplo, se trabaja desde el autoconcepto, brindando herramientas a los niños y niñas para su organización, gestión emocional y reflexión, lo que permite que se potencien las conquistas de sus aprendizajes y en lo cotidiano, estén preparados para afrontar los desafíos de un mundo en constante cambio, estableciendo relaciones positivas con sus entorno”.
Igualmente, afirma Eliana que desde tempranas edades, los niños pueden explorar y comprender sus sentimientos ayudándoles a reflexionar sobre las diferentes situaciones que ocurren día a día. Además, fomentan el desarrollo de habilidades afectivas como la autodisciplina, autoorganización y la responsabilidad personal, buscando que los niños sean protagonistas de la gestión de su estado de ánimo, motivación y actitud para el aprendizaje.
Para Alejandra Bejarano, Psicóloga de Preescolar, en la primera infancia se busca fomentar habilidades sociales a través de experiencias donde se logra:
- Llegar a acuerdos empezando a considerar alternativas para resolver conflictos.
- Fortalecer la posibilidad de escuchar a los otros.
- Jugar de forma cooperativa.
- Habilidades intrapersonales para una mayor conciencia de sus propias emociones.
- Reconocimiento e identificación de las emociones (iniciando por poder nombrarlas, más allá de decir que se sienten “bien” o “mal”).
- Propiciar que los niños vayan ganando mayor autonomía en sus desempeños cotidianos como seguir instrucciones.
En Cañaverales International School son conscientes que este proceso no es lineal y saben que los niños pueden ser influidos por múltiples variables, sin embargo, son muchos los casos en los que se ha enriquecido el mundo interno de cada infante con recursos que les permiten identificar sus emociones, sentir empatía y lograr progresivamente que pueda acudir a un adulto de confianza para pedir ayuda cuando necesite darle trámite a alguna situación.
La evaluación de estos aspectos para la institución es continua y se realiza a través de diferentes estrategias donde el juego tiene un rol importante, “esto nos ayuda a que los niños comprendan y regulen sus emociones, controlen sus reacciones, enfrenten diferentes ambientes, reconozcan sus errores y los canalicen como oportunidades de mejora haciendo niños más seguros, lo que impacta directamente en su desarrollo académico” comenta Siomahara Quino, docente de preescolar.
En estos procesos, las familias también se convierten en agentes fundamentales de la comunidad educativa, por ser el primer espacio de socialización de los niños, más aún, cuando se logra un diálogo participativo entre casa-colegio, pues de esta manera se pueden alinear las expectativas, experiencias y formas de acompañamiento para los niños.
Es importante ver cómo este modelo permite llevar un seguimiento minucioso del desarrollo de los niños en la primera infancia, impactando en el futuro por las experiencias de aprendizajes que propician el desarrollo de dichas habilidades, construyendo un modelo educativo a la vanguardia de la educación a nivel mundial.
Crédito: Cañaverales International School
Foto: Cañaverales International School
