Deportes sin límites

Nicolás Díaz Quintero | @1nicolasquintero

Samuel Naranjo Ríos nació en 2004 en Cali. Dos meses antes del parto, a su madre, Liliana Ríos, le avisaron que venía con un problema visual. A pesar del impacto por la noticia, lo esperaron con entusiasmo y con la disposición de hacer todo para que creciera con las mismas posibilidades que otros niños.

Samuel nació con insuficiencia esclerocorneal en su ojo izquierdo, afectándole gravemente la visión; sin importar su condición, desde pequeño se destacó en su colegio por aplicado e inteligente, siempre izaba bandera y era buen compañero.

En 2016, cuando el reloj marcaba las 7 de la noche, Samuel y su familia vivieron el momento más duro de sus vidas: ‘Titi’, como siempre le han dicho de cariño, había perdido el control de su bicicleta y, al caer, el marco le golpeó la cara, causándole un traumatismo en los ojos.



Samuel le decía, entre lágrimas, a su mamá: ¡No veo nada, todo está muy oscuro!, desesperada, ella trataba de calmarlo diciéndole que todo iba a estar bien. Pero no fue así; lamentablemente, Samuel había quedado ciego.

Los médicos concluyeron que no había marcha atrás y tendría que acostumbrarse a su nueva condición. Un año después del trágico suceso, Juan Carlos Naranjo alentó a ‘Titi’ para que se le midiera a practicar un deporte. El atletismo fue el escogido por el joven.

Fue cuando ingresó al programa de atletismo para invidentes, desarrollado desde hace 13 años por la Secretaria del Deporte de Cali y el Instituto del Deporte, la Educación y la Recreación del Valle del Cauca, Indervalle, a cargo de la docente Dora Barreto.

Barreto explicó que el principal objetivo es enamorarlos del proceso y de todo lo que el deporte puede ofrecer, dándoles la confianza en que cada paso que den, va a ser seguro y agradable, porque no habrá impedimentos para cumplir sus tareas, tanto en lo técnico como en su diario vivir.

En el tiempo que lleva con la liga de Atletismo, Samuel ha representado a Cali en dos mundiales, en las olimpiadas de Brasil 2016 y en campeonatos suramericanos.

Samuel expresó: “Me siento muy contento y agradecido con el apoyo que me han dado mis compañeros de deporte, ellos también son invidentes, yo siempre me trazo metas y quiero mejorar todos los días”.

El proceso es un seguimiento que va de la mano de preparadores físicos, fisioterapeutas, psicólogos, médicos y nutricionistas, que contribuyen al alto rendimiento de los jóvenes.



Cuando no entrena, a Samuel le gusta ir al estadio, siempre ha sido hincha del Deportivo Cali y no se pierde ningún partido. Siempre lo acompañan su padre y sus dos mejores amigos, que también son invidentes; uno practica fútbol y el otro atletismo.

Samuel es uno de los 250 deportistas con discapacidades, que en 2019 reciben apoyo metodológico y de entrenamiento a en diferentes ligas, que han puesto todo su empeño para demostrar que las limitaciones solo están en las mentes de quienes no quieren hacer sus sueños realidad.

* Texto publicado en alianza con la Universidad Santiago de Cali

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