Sí, el brote mundial del nuevo coronavirus nos tomó a todos por sorpresa y le dio un protagonismo sin precedentes a los medios virtuales; sin embargo, el uso exclusivo de tecnologías de información y comunicación (TICs) para labores del día a día no es nada a lo que ya no nos habíamos adaptado gracias a la educación virtual.
El manejo de correo electrónico, videollamadas, redes sociales y servicios de ‘chat’ como WhatsApp ya eran desde hace muchos años los medios preferidos por la formación ‘online’ para acercar a un gran número personas con contenidos pedagógicos de un sinnúmero de áreas del conocimiento; y todo desde la comodidad de su casa o lugar de trabajo.
Precisamente, esta preponderancia de las TICs en la educación está facilitando en este momento nuestra adaptación a la virtualidad como única vía para continuar con nuestra vida laboral y, por tanto, en la continuidad de los negocios en tiempos de Covid-19.
De acuerdo con Josep C. Bosch, director del Máster en Dirección de Recursos Humanos y Gestión del Talento de OBS Business School, “estoy observando que todos aquellos que han seguido una formación ‘online’ en algún momento de su vida están afrontando de mejor manera esta crisis. Los cursos que realizaron les permitieron adquirir unas habilidades blandas muy valiosas en el manejo de situaciones grupales. De igual manera, adquirieron disciplina en el uso del tiempo, así como aprendieron que es posible compartir con sus colegas a través de aplicaciones de comunicación”.
Y es que una de las claves del éxito en el teletrabajo es contar con personas que dominen los canales ‘online’, “por tanto, el haber socializado anteriormente en entornos virtuales, como ha sido la metodología fundamental de nuestra escuela de negocios durante varios años, fue un aprendizaje muy valioso que ahora está siendo usado en pro del teletrabajo”, afirma el experto de OBS Business School.
Muy probablemente, la crisis producida por el coronavirus marcará un antes y un después en el ámbito laboral. Sin embargo, cuando volvamos a nuestros puestos de trabajo, lo aprendido en este periodo de aislamiento en casa nos permitirá saber qué tareas son verdaderamente necesarias; en últimas, esta coyuntura es una oportunidad para el aprendizaje de dinámicas muy provechosas para el retorno a la normalidad.
Revolución pedagógica, no tecnológica
Resulta fundamental entender que la crisis actual ha acelerado la revolución de la educación de la mano del canal ‘online’. Muchas instituciones han emprendido esfuerzos para la transformación digital de sus contenidos, de tal manera que faciliten un aprendizaje flexible y dinámico; de otro lado, la capacitación de maestros para el buen uso de las TICs en estos entornos de aprendizaje virtual ha sido otro de los retos de la educación virtual en la coyuntura actual.
A su vez, la estructura de las clases se ha hecho más organizadas y los calendarios son más rigurosos, además la planeación de las actividades de cada módulo de aprendizaje es cada vez más importante. Y, por si fuera poco, el docente está usando todo su ingenio y creatividad para pensar en contenidos y metodologías de aprendizaje que cautiven la atención del estudiante.
“El profesor siempre ha tenido que actualizar sus conocimientos de forma continua. Ahora, su trabajo personal lo conducirá a conectarse a una biblioteca de internet para revisar los artículos de ‘management’ y en las revistas científicas de impacto. El docente aprovecha la oportunidad para elegir algún artículo relevante que le pueda servir para ilustrar mejor algún material que ya tenía en el campus”, acota Josep C. Bosch.
Online – Offline
Del lado de la interacción, el director del Máster en Dirección de Recursos Humanos y Gestión del Talento de OBS Business School explica que “una parte importante del aprendizaje es social, en la medida en que se basa en la reflexión personal producto de la interacción con compañeros. De la misma manera en que los alumnos compartían en clases presenciales, esta reflexión se está haciendo ahora en modo ‘offline’: dejando opiniones o información en foros compartidos”.
En últimas, todas estas transformaciones tienen algo en común: son de naturaleza pedagógica y se apalancan en herramientas ya existentes. Es claro que la tecnología ya estaba a disposición de la academia desde hace varios años y cursos virtuales han existido siempre, por lo que la ganancia ha estado en saber usar las competencias digitales del maestro y el alumno con miras a un aprendizaje más flexible y dinámico.
Así, el mayor éxito de la educación virtual en tiempos de Covid-19 ha sido aportar nuevas metodologías en el marco de la innovación y tecnología educativa, entornos personales de aprendizaje, gestionar la sobre información en la cual están inmersos los estudiantes de hoy, comprometer a docente y alumno con sus propósitos a pesar de la distancia, y haber hallado la forma de utilizar internet para el diseño de actividades formativas.