¿Alguna vez pensó que un abogado podría asistir a una audiencia sin estar presente en la sala? Y siguiendo con este ejercicio, ¿creería que ese abogado tampoco tuvo la necesidad de asistir a un salón de clases físico o desplazarse para realizar sus prácticas y formarse con los más altos estándares? Para ambos cuestionamientos la respuesta es sí, todo gracias a la gran transformación digital que ha tenido la profesión legal, que permite ejercerla con solo tener un dispositivo y un buen nivel de conectividad.
Y esta transformación cumple el sueño de llevar el estudio jurídico a todas las regiones del país y de paso, más justicia especialmente en regiones periféricas.
Esto gracias al trabajo decidido de Instituciones de Educación Superior como Areandina, que han afrontado los desafíos de la era digital nutriendo la formación con las nuevas tecnologías sin dejar de lado la esencia de la profesión.
“Para nosotros esta es una meta alcanzada: llevar el estudio del derecho a una formación virtual de excelencia. Esto le permitirá a nuestros estudiantes poder formarse desde el lugar que deseen y adaptar el plan de estudios a su estilo de vida. El nuevo programa de Areandina le permitirá a muchos futuros abogados prepararse en un entorno tecnológico, con un pénsum que responde a un mundo actual, e incluso complementar el perfil profesional con una segunda carrera” agregó José Leonardo Valencia, rector nacional de Areandina.
El Derecho es considerado como una de las carreras con enfoque integral que, además de comprender una visión estratégica, integra múltiples disciplinas lo que termina ofreciendo al profesional una sólida estructura que evoluciona a lo largo de la trayectoria profesional, adaptándose a los diversos contextos y con una perspectiva que le permite una lectura óptima de los escenarios.
Ahora el derecho se adapta a las nuevas tendencias enmarcadas en la globalización, las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial e incluso, el metaverso del que tanto se habla en la actualidad y que llevará la experiencia formativa y profesional a nuevos escenarios y experiencias. Por ello le daremos tres razones para estudiarla de manera virtual.
Practicidad al alcance de un clic
La virtualidad en Colombia tiene cerca de 20 años e instituciones como Areandina, han sido pioneras con programas virtuales de alta calidad para formar los nuevos profesionales del siglo XXI.
La carrera de Derecho había sido una de las profesiones que más se resistía a ser virtual pero durante la pandemia, se descubrió que la educación virtual era un componente de la presencialidad que pudo soportar y superar la crisis de la educación superior a través de conexiones remotas, plataformas online y lograr que algunas instituciones potencializaran la virtualidad que traían en su desarrollo educativo.
“El Derecho es una de las profesiones con mayor número de estudiantes en Latinoamérica. Cuando se tiene un programa virtual como el que ofrece Areandina, muchas personas querrán estudiar sin tener que movilizarse a las instituciones, lo que abre un acceso que estaba limitado en el que los estudiantes tienen la posibilidad de prepararse online de una manera más sencilla y flexible, con una estructura metodológica virtual y una dinámica que les permitirá impactar en su territorio”. agregó Valencia.
Según cifras reveladas por el DANE, los avances en banda ancha han sido positivos en los últimos 2 años y el aumento en el uso del Internet se ha evidenciado en la población joven y adulta, pues, “el 24,1 % de los hogares del país tiene entre 10 y 30 Mbps, lo que significa más velocidad para un mejor rendimiento en teletrabajo y educación virtual.
Así mismo, personas entre los 24 y 54 años que se conectan a internet, muestran la existencia de un fenómeno de apropiación digital”. Ya sea por inquietudes personales, adquirir mayores conocimientos y experiencias, potenciar habilidades o actualizarse sobre las tendencias actuales dentro del campo profesional, reforzar conocimientos gracias a la educación virtual, siempre será una opción.
Aprendizaje autónomo
Otra de las ventajas de estudiar de manera virtual es que el aprendizaje, por más que esté sustentado con las nuevas tecnologías, no requiere de una conexión en tiempo real.
Técnicamente el aprendizaje asincrónico, puede suceder en vivo o estando desconectado, a través de videos, materiales o recursos educativos previamente proporcionados por los docentes donde el estudiante aprende a su propio ritmo.
“El método asincrónico también incluye conferencias, debates o actividades grupales, lo cual le permite al estudiante ser independiente y tener la oportunidad de organizar su tiempo, incluso, descargar el contenido y acceder a éste en cualquier momento del día sin descuidar sus otras labores”, resalta el rector Valencia.
Son los tiempos del Legaltech
Y la tercera razón es el legaltech, concepto que se deriva de las palabras en inglés legal y technology y representa la innovación de la profesión en escenarios como, por ejemplo, el metaverso. Para lo cual una formación de vanguardia, más sencilla y flexible, le permite al estudiante una preparación idónea.
Areandina cuenta con 97 programas académicos con Registro Calificado; 25 de los cuales se pueden estudiar en modalidad virtual como la carrera de Derecho, que fue avalada por el Ministerio de Educación Nacional a través de la resolución 001048 del 1 de febrero de 2022 y que ofrece una oferta con 160 créditos académicos y admisión semestral.
“La pertinencia del programa de Derecho en modalidad virtual está apoyada en las 10 habilidades establecidas en el Foro Económico mundial que se enfocan en el aprendizaje de un nuevo conjunto de aptitudes cada vez más accesibles a través de las tecnologías digitales, así como el análisis de oportunidades de desarrollo socioeconómico, tecnológico o cultural y un análisis sobre la potencial actividad de los nuevos profesionales”, finalizó el rector Valencia
Actualmente, Areandina cuenta con más 38.000 estudiantes ubicados en más del 85% de los municipios de Colombia y Acreditación Institucional en Alta Calidad Multicampus en todas sus sedes en Bogotá, Pereira y Valledupar.